Eduardo Herrera Fuentealba,
“Alfarería Viviente”
Contacto
Fono: (8) 20 72 148
“Alfarería Viviente”
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los Alelies 1295 Villa Los jardines Padre Las Casas
Correo electrónico: artecomoformadestandarte@hotmail.com
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Todos los productos y servicios se comercializan a demás sedan accesoria técnica
y se fabrican hornos y tornos de al farero moldes matrices para la cerámica
Alfarero, Alfarero Oficio Noble y Bizarro
Dios entre todos, el Primero
El Hombre su Primer Cacharro….
Poesía Popular
Orígenes de Un Alfarero
Soy un Hombre dedicado al trabajo con barro y arcilla, mi nombre es Eduardo Herrera Fuentealba; nacido en la ciudad de Santiago en 1963. A la edad de 18 años conocí el mundo de la Alfarería junto con la colaboración de muchos; cómo titular conformé un taller de cerámica en Santiago de Chile.
En un comienzo elaboramos móviles de campanas, trabajo que tuvo un éxito rotundo, empezando con 11 Kilos de material y culminando en el año 1991 con 1300 KL de material activo y pasivo. En este proceso logré mi primer horno eléctrico el cuál fue trabajado durante 4 años, a partir de esta experiencia, fabriqué con la colaboración y asesoría de un ingeniero un horno a gas, un horno tres veces más grande que su antepasado y con el mismo gasto de energía. La instalación completa fue creada por mi mano como hacedor de los quemadores, soldaduras y todo lo que conlleva este proceder.
De este modo y junto a mi horno, moldes, materia prima y familia llego a la ciudad de Temuco en 1991, atraído por su riqueza cultural, y como ciudad “Puerta de entrada del sur de Chile”
Hacia una concepción superior
Debido a la arremetida de la cerámica China, en nuestro mercado de Artesanía, debí volcar mi trabajo a un cambio sustancial que hoy sustenta mi filosofía de Vida. En este despertar y con la mirada hacia el suelo en busca de una oportunidad pérdida contemplé que todo es greda, simple materia prima sin límites, barro que a diario pisoteamos sin contemplar la riqueza de nuestra tierra y cultura, despreciando con ello el origen de nuestras vidas. A partir de ésta contemplación cambié los moldes con materia de fábrica por el trabajo en Torno con material Nativo, lo cuál necesita el entendimiento del comportamiento de las leyes naturales que rigen nuestro Cosmos y naturaleza a partir de los elementos básicos como son Tierra, Agua, Fuego, Aire.
Este cambio de concepción es una transformación que se resume en el paso de la tecnología aplicada al arte como esencia creadora, debido que a diferencia de trabajar con moldes pre-establecidos y materiales químicamente equilibrados por la industria el trabajo de tornear con mis propias manos es único en la cuál todas las percepciones se ponen en juego derivadas de la conciencia, conductos nerviosos, falanges, músculos y sentidos. Dar forma a la greda es un proceso infinito y sólo queda sujeta a nuestras limitaciones. La creación de piezas de barros se alimenta con la constancia y experiencia en dominio absoluto de nuestras percepciones.
En Búsqueda De Mi Filosofía
La búsqueda por los saberes ancestrales en torno a la artesanía me llevó a realizar múltiples viajes por nuestras tierras latinoamericanas, es así que luego del giro en mi apreciación por el arte del alfarero viajé al Perú por 5 días sólo como transito hacia el Ecuador, un tierra hermosa perpleja por su belleza y fuente de artesanos única y privilegiada por su entorno natural, cultural y geográfica. En esta ciudad fundé junto a unos amigos un taller, que reunió a diversas personas por más de tres meses, en dicho taller transmití mis experiencias y enseñanzas en relación al trabajo con cerámicas, lo cuál se tradujo en un trabajo como fuente permanente de ingresos para los participantes de mencionado taller.
Después de mi paso por el bello Ecuador dirigí mis pasos hacia las cálidas tierras colombianas, en este país participé en la calle del Arte, una fiesta tradicional dedicada al día de la Madre y el arte, en aquella ocasión expuse mis trabajos en cerámicos y gredas lo cuál tuvo una gran acogida entre los visitantes debido al novedoso y diferente forma de hacer arte.
La experiencia acumulada en esta travesía me entregó una valiosa experiencia, debido al aprendizaje entregado desde mi arte y aprender de las demás personas que se puede vivir con este estilo de vida, dándome cuenta de realidades disímiles tanto en su concepto cultural como social.
El acto de enseñar
A lo largo de estos 25 años de experiencias como alfarero, he acumulado una basta experiencia tanto en lo que respecta a las técnicas utilizadas como también a esta hermosa forma de sentir la vida desde el arte de crear, de acuerdo a esto mis reflexión es trascender desde ni experiencia a la transmisión de aprendizajes.
El dominio de un material tan noble como es la greda, lleva consigo el gobierno de sí mismo, este se construye desde el dominio de nuestras capacidades como personas creadoras de nuevas formas de representación cultural.
El proceso de aprendizaje se cultiva a partir de brillos, texturas, humedad, aire, frío, calor y fuego etc. El dominio de los elementos representados en una figura de barro es educación y por ende aprendizaje cultural desde el interior del ser de cada uno de los participantes.
Este tipo de aprendizajes reúne los requisitos necesarios para enfrentar la futura vida como ser único, es lo que acompaña el crecimiento interior y que se debe impartir en cada lugar como forma de entender la vida. Al entender el comportamiento de un elemento o material noble, entiende el funcionamiento de la vida y el universo.
Desde la humildad de lo aprendido y del primer amor laboral en mi vida, siento orgullo de este hermoso oficio pues considero que la trascendencia de la vida se consigue desde el arte de crear, sin la necesidad de violentar en nuestro entorno ni tampoco arrebatando un puesto laboral a nadie. Este oficio se construye desde la belleza de crear artefactos trascendentales, con materiales encontrados bajo los pies de todos, al alcance de todos pero obviados por muchos. Este olvido es producto de las ausencias de mecanismos de transmisión de conocimientos entre los artesanos y su entorno social es por esta razón que siento la necesidad de materializar la enseñanza, a transmitir lo aprendido en mi trayectoria vivenciada.
El proceso de tornear con las propias manos, y generar artefactos es una oportunidad para distintos centros sociales (Escuelas, Colegios, Universidades, Fundaciones, Centros de Acogidas, Capacitación Laboral, centros de rehabilitación, Etc.) como proceso educativo y posible válvula de escape de un entorno social violento.
Metodología de Enseñanza
Incorporar a los Aprendices en una cadena productiva; que tiene su comienzo en una exhibición de trabajo con el “torneo” de las piezas bases, que a futuro serán terminadas por los propios alevines, siendo ellos los que les den el sello de su propia identidad y creación a los artefactos generados. Estos artefactos serán expuestos en una instancia final de acuerdo a compromisos acordados.
El objetivo de esta metodología de trabajo es reconciliar la educación con la creatividad y separarla con ellos de la desmotivación y monotonía que nos entrega el diario vivir.
y se fabrican hornos y tornos de al farero moldes matrices para la cerámica
Alfarero, Alfarero Oficio Noble y Bizarro
Dios entre todos, el Primero
El Hombre su Primer Cacharro….
Poesía Popular
Orígenes de Un Alfarero
Soy un Hombre dedicado al trabajo con barro y arcilla, mi nombre es Eduardo Herrera Fuentealba; nacido en la ciudad de Santiago en 1963. A la edad de 18 años conocí el mundo de la Alfarería junto con la colaboración de muchos; cómo titular conformé un taller de cerámica en Santiago de Chile.
En un comienzo elaboramos móviles de campanas, trabajo que tuvo un éxito rotundo, empezando con 11 Kilos de material y culminando en el año 1991 con 1300 KL de material activo y pasivo. En este proceso logré mi primer horno eléctrico el cuál fue trabajado durante 4 años, a partir de esta experiencia, fabriqué con la colaboración y asesoría de un ingeniero un horno a gas, un horno tres veces más grande que su antepasado y con el mismo gasto de energía. La instalación completa fue creada por mi mano como hacedor de los quemadores, soldaduras y todo lo que conlleva este proceder.
De este modo y junto a mi horno, moldes, materia prima y familia llego a la ciudad de Temuco en 1991, atraído por su riqueza cultural, y como ciudad “Puerta de entrada del sur de Chile”
Hacia una concepción superior
Debido a la arremetida de la cerámica China, en nuestro mercado de Artesanía, debí volcar mi trabajo a un cambio sustancial que hoy sustenta mi filosofía de Vida. En este despertar y con la mirada hacia el suelo en busca de una oportunidad pérdida contemplé que todo es greda, simple materia prima sin límites, barro que a diario pisoteamos sin contemplar la riqueza de nuestra tierra y cultura, despreciando con ello el origen de nuestras vidas. A partir de ésta contemplación cambié los moldes con materia de fábrica por el trabajo en Torno con material Nativo, lo cuál necesita el entendimiento del comportamiento de las leyes naturales que rigen nuestro Cosmos y naturaleza a partir de los elementos básicos como son Tierra, Agua, Fuego, Aire.
Este cambio de concepción es una transformación que se resume en el paso de la tecnología aplicada al arte como esencia creadora, debido que a diferencia de trabajar con moldes pre-establecidos y materiales químicamente equilibrados por la industria el trabajo de tornear con mis propias manos es único en la cuál todas las percepciones se ponen en juego derivadas de la conciencia, conductos nerviosos, falanges, músculos y sentidos. Dar forma a la greda es un proceso infinito y sólo queda sujeta a nuestras limitaciones. La creación de piezas de barros se alimenta con la constancia y experiencia en dominio absoluto de nuestras percepciones.
En Búsqueda De Mi Filosofía
La búsqueda por los saberes ancestrales en torno a la artesanía me llevó a realizar múltiples viajes por nuestras tierras latinoamericanas, es así que luego del giro en mi apreciación por el arte del alfarero viajé al Perú por 5 días sólo como transito hacia el Ecuador, un tierra hermosa perpleja por su belleza y fuente de artesanos única y privilegiada por su entorno natural, cultural y geográfica. En esta ciudad fundé junto a unos amigos un taller, que reunió a diversas personas por más de tres meses, en dicho taller transmití mis experiencias y enseñanzas en relación al trabajo con cerámicas, lo cuál se tradujo en un trabajo como fuente permanente de ingresos para los participantes de mencionado taller.
Después de mi paso por el bello Ecuador dirigí mis pasos hacia las cálidas tierras colombianas, en este país participé en la calle del Arte, una fiesta tradicional dedicada al día de la Madre y el arte, en aquella ocasión expuse mis trabajos en cerámicos y gredas lo cuál tuvo una gran acogida entre los visitantes debido al novedoso y diferente forma de hacer arte.
La experiencia acumulada en esta travesía me entregó una valiosa experiencia, debido al aprendizaje entregado desde mi arte y aprender de las demás personas que se puede vivir con este estilo de vida, dándome cuenta de realidades disímiles tanto en su concepto cultural como social.
El acto de enseñar
A lo largo de estos 25 años de experiencias como alfarero, he acumulado una basta experiencia tanto en lo que respecta a las técnicas utilizadas como también a esta hermosa forma de sentir la vida desde el arte de crear, de acuerdo a esto mis reflexión es trascender desde ni experiencia a la transmisión de aprendizajes.
El dominio de un material tan noble como es la greda, lleva consigo el gobierno de sí mismo, este se construye desde el dominio de nuestras capacidades como personas creadoras de nuevas formas de representación cultural.
El proceso de aprendizaje se cultiva a partir de brillos, texturas, humedad, aire, frío, calor y fuego etc. El dominio de los elementos representados en una figura de barro es educación y por ende aprendizaje cultural desde el interior del ser de cada uno de los participantes.
Este tipo de aprendizajes reúne los requisitos necesarios para enfrentar la futura vida como ser único, es lo que acompaña el crecimiento interior y que se debe impartir en cada lugar como forma de entender la vida. Al entender el comportamiento de un elemento o material noble, entiende el funcionamiento de la vida y el universo.
Desde la humildad de lo aprendido y del primer amor laboral en mi vida, siento orgullo de este hermoso oficio pues considero que la trascendencia de la vida se consigue desde el arte de crear, sin la necesidad de violentar en nuestro entorno ni tampoco arrebatando un puesto laboral a nadie. Este oficio se construye desde la belleza de crear artefactos trascendentales, con materiales encontrados bajo los pies de todos, al alcance de todos pero obviados por muchos. Este olvido es producto de las ausencias de mecanismos de transmisión de conocimientos entre los artesanos y su entorno social es por esta razón que siento la necesidad de materializar la enseñanza, a transmitir lo aprendido en mi trayectoria vivenciada.
El proceso de tornear con las propias manos, y generar artefactos es una oportunidad para distintos centros sociales (Escuelas, Colegios, Universidades, Fundaciones, Centros de Acogidas, Capacitación Laboral, centros de rehabilitación, Etc.) como proceso educativo y posible válvula de escape de un entorno social violento.
Metodología de Enseñanza
Incorporar a los Aprendices en una cadena productiva; que tiene su comienzo en una exhibición de trabajo con el “torneo” de las piezas bases, que a futuro serán terminadas por los propios alevines, siendo ellos los que les den el sello de su propia identidad y creación a los artefactos generados. Estos artefactos serán expuestos en una instancia final de acuerdo a compromisos acordados.
El objetivo de esta metodología de trabajo es reconciliar la educación con la creatividad y separarla con ellos de la desmotivación y monotonía que nos entrega el diario vivir.